Estoy feliz de no ser cada vez más inconfundible, porque junto con el impecable aporte, apreciación y suplementos que recibo de numerosas personas, otros se sienten limitados a reprimenda, con frecuencia de una manera media, y regularmente sin haber examinado cualquier libro o sección que están examinando. Por lo tanto, me he visto obligado a averiguar cómo manejar los comentarios negativos, en cualquier caso, cuando son cobardes, y se espera que me lastimen.

La forma de manejar una circunstancia fuera de kilómetro depende de si está definiendo límites o no. La mayoría de las circunstancias se pueden cuidar con solidez. En ocasiones es difícil decir cómo decir “no, gracias”.

En la posibilidad de que usted diga “no, gracias” un par de veces, en ese momento, debes también con ternura decirle a la persona que ello te hace sentir incómodo.

Por ejemplo, si un compañero ofrece un comentario descortés o entrometido sobre su edad, usted puede decir, con ternura, “Su comentario me hace sentir incómodo” o “Valoro que usted piensa que me veo muy bien, sin embargo, agradecería que no comentara sobre mi edad.” La persona recibirá el mensaje despejado y claro. Tal vez tu compañero te pregunte “¿Estás bravo conmigo?” y después puedes retratar cuál fué el problema que te hizo sentir así.